Los consejos. ¿Son realmente útiles?

Estaba la otra mañana el profesor de trigonometría explicándonos por qué es importante diferenciar el cateto opuesto del adyacente. Apuesto a que estás leyendo esto ahora mismo. ¿Qué tal su día?

¿Qué?, ¿sorprendido de ver una entrada diciéndote que no sigas consejos en un blog de consejos? Yo también, no sé qué desayuné hoy. Si este trabajo no remunerado ya tiene pocos adeptos, imagino cuantos perderé luego de esto. Siguiente pregunta. 

Es un error seguir consejos de otros ciegamente, incluyendo los míos. Puesto que estos siempre están basados en apreciaciones muy personales y la autoexigencia propia, que nada tienen que ver con las tuyas. 

Exponen su visión y aseguran estar en lo correcto. Te conducen por su camino, y no por el que individualmente está hecho para ti. Señalan las dificultades que ellos tuvieron y los puntos fuertes que poseen, que no coincidirán con los tuyos. 

Céntrense en el tema que se centren, invalidarán una forma de hacer las cosas y darán por sentado que debe hacerse de otra. Ya sea de los tiempos de narración, el desarrollo de personajes, el uso de las comillas; todos tienen en común reducir las vías y posibilidades. 

Obviamente también hay consejos buenos; como el que te recomienda leer mucho antes de embaucarte en la labor de escritura, o el que exhorta a la experimentación, e incluso quién te dice que disfrutes del proceso, te está dando un buen consejo. 

Ahora, los que debes evitar son aquellos que establecen barreras o parametros. El arte nunca debe ser limitada ni medida. Sigue tu propio camino, aprende de tus propios tropiezos, y nunca te guíes por como haga o diga que se haga el resto.

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